domingo, 21 de agosto de 2016

Madre purísima. Castísima, virginal, inmaculada




Madre purísima. Castísima, virginal, inmaculada

Un abismo de pureza. La Mujer con mayúscula fue una mujer purísima. Cualquier mujer que quiera conservar su grandeza, no puede menospreciar esta virtud. La impureza te hace menos mujer y te acerca al reino inferior de la naturaleza. Las mujeres, las muchachas que hoy aman la pureza y la tratan de vivir tienen el beneplácito de Dios y la sonrisa de la Mujer ideal.

Con ello no quiero decir que las caídas en este campo no se puedan reparar. Como nadie dice que un vestido manchado no se puede lavar.
Los gustos del cielo tan distintos a los del mundo. ¿Qué han hecho de la mujer? Hoy la mujer ideal es totalmente distinta. Si eres mujer, escoge el perfil del cielo o el de la tierra.

La pureza no roba belleza a una persona, al contrario, la realza. El rostro más bellos y los ojos más hermosos son aquellos en los que se refleja Dios. La mujer pura tiene un encanto adicional, un toque de cielo azul, aunque hoy no se le quiera tener en cuanta. Si se quiere rescatar al mundo debe ser desde la mujer, Y gran parte del recate de la mujer se llama castidad.


Autor: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net

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